Quizás con el título de esta entrada al blog, cualquiera pudiera sacar, como decimos los abogados: por conducta concluyente, el contenido de la misma, pero no encontré otro más adecuado.
Fueron más de 300 candidatos al Concejo de Bucaramanga que se postularon en estas elecciones para buscar quedarse con alguno de los 19 escaños que tiene la corporación. Sin duda una oportunidad maravillosa que la democracia nos brindó para poder escoger lo que más nos gustara a cada uno de nosotros.
Confieso que, si fuera posible votar por 2 o 3 al mismo tiempo, lo hubiese hecho, la baraja de candidatos estaba muy nutrida y eso permitió que muchos de los que se presentaron, fueran una muy buena opción para la ciudad.
Tuve la oportunidad maravillosa de ser el director de la campaña de Oscar Mauricio Arenas Valdivieso, un joven entregado al servicio público, un gran amigo con el que iniciamos este proyecto de llegar al Concejo de Bucaramanga en un andén de una bomba de gasolina como se los conté en la otra entrada al blog (https://lfcoteo.wixsite.com/coteottens/post/por-qué-l-7).
Como es costumbre en mí, cuando doy mi palabra la honro hasta el final y a fe que lo logramos, con cerca de 4.500 Bumangueses que creyeron en nuestro proyecto, logramos conseguir la 4 votación más importante de la ciudad.
Pero hubo algo más que también me hace sentir feliz y acá es donde se los quiero contar. Habiendo empezado la campaña con Oscar Arenas, un día me llama mi gran amiga de la Universidad, con quien tuvimos la oportunidad de hacernos muy cercanos gracias a que hacíamos parte del equipo de basquetbol, Daniela Torres Zárate, a pedirme que le apoyara su proyecto de ser Concejal de Bucaramanga. Fui sincero, le dije que había dado mi palabra a otro candidato pero que en lo que pudiera ayudarle ahí estaría.
Fue un cruce interminable de mensajes, emociones, subidas y bajadas durante los casi 4 meses que duró su campaña, siempre apoyándola, siempre dándole alientos para seguir adelante, siempre diciéndole que lo iba a lograr, que no dudaba ni un segundo de su tenacidad y su capacidad de conseguir lo que se proponía y que sería, al igual que Oscar, miembro del Concejo Municipal de Bucaramanga.
Debo confesar que nunca vi a unos candidatos tan generosos como los que tuve la oportunidad de tener cerca esta campaña, nunca recibí una sola queja de mi candidato y amigo por brindarle apoyo a mi amiga, por el contrario, me preguntaba: “¿Cómo va Daniela?, ¿Ella necesita algo en lo que le podamos colaborar?, ayúdele en lo que pueda Cote, ella lo merece, es su amiga”. Y así fue, durante la campaña le dimos apoyo, llegó el día de las elecciones y pasado el domingo, ella necesitaba mucha más ayuda porque se venía el escrutinio en Neomundo y necesitaba un equipo que le ayudara a defender su curul, estaba tan solo 5 votos arriba del candidato de Ferley y de Parra.
Así lo hicimos, abogados amigos de muchos otros candidatos le dimos el respaldo a Daniela. Unos por amistad, otros porque creyeron en su causa, otros porque sus candidatos les pidieron el favor de que la apoyaran. Pero al final, lo que representó Daniela fue una sola cosa, UNIÓN. Demostró que unidos, haciendo política decente, sin necesidad de show, de gritos, de videos en Facebook despotricando de cualquier otro que piense distinto, es que SE PUEDE GANAR.
Total, para resumirles el cuento, Daniela gana la elección como Concejal de Bucaramanga POR UN (1) VOTO y por fin todos pudieron ver cómo es que "por un voto se gana una elección o se pierde una elección".
Es un honor para mi hoy poder decirles que dirigí la campaña de la 4 curul del Concejo de Bucaramanga y que ayudé a mi amiga a conseguir la 19.
Y si, fueron DOS RAZONES las que me bastaron para sentirme ganador en estas elecciones, 1) honrar mi palabra siempre, ser transparente y honesto con todos, y 2) ayudar a mis amigos.
¡Se vienen buenas cosas para mi ciudad, de eso estoy seguro!
A Daniela y Oscar mi cariño y admiración siempre.